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Antes
Cuando tu piel se crispaba en la noche
Cuando tú eras menos de lo imaginable
Y tu cuna se estremecía…
Y cuando temblabas por el desequilibrio cósmico
De tu hamaca.
… cuando tus pies fueron Alas
Creando ecos en las esquinas
Y sombras en las rejas.
Estabas allí.
Cuando eras un punto de nada…
Cuando tus oídos escucharon
Lo que no se podía nombrar
Y cuando tu Alma rozo
El murmullo de las voces inquietantes
Estabas allí…
Fue entonces cuando los viste
… y los temiste
Porque estabas allí.
Ahora sabes por qué amas
A esas sombras
Placenta que te cubre
Jesús Rafael Salazar Hamana
1985. Texto para la Exposición “De Chiniguas y Chinamos”. Alianza Francesa, Barquisimeto, Venezuela.
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